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Be Plaza. Un edificio que aprovecha la esquina y hace ciudad

En Santa Fe y Dorrego, ABV Arquitectos proyectó un bloque triangular para viviendas y estudios que completa la trama urbana del barrio.

En la intersección de las avenidas Santa Fe y Dorrego, Be Plaza se constituye como el epítome del proyecto condicionado por la ubicación, la funcionalidad y el terreno. Sobre un lote triangular y en una zona de Buenos Aires de alto tránsito, los arquitectos plantearon un edificio con amenities y unidades aptas para viviendas y estudios profesionales.

El objetivo de ABV, una compañía que además posee una larga trayectoria en desarrollos inmobiliarios, fue encontrar coherencia frente al desafío formal de generar una pieza que completara la trama urbana respetando la altura de los linderos.

En términos urbanísticos, se presentó en una primera instancia una geometría que completaba el entorno parcialmente y, frente a un cambio de código, se adicionó posteriormente una pieza que llevó a la volumetría final resultante.

 

 

Siguiendo el programa, el edificio cuenta con planta baja, 14 pisos y tres plantas de subsuelo, con un único núcleo de circulación vertical. En la planta baja se dispone el acceso y locales comerciales y del 1° a 14° piso se proyectan unidades funcionales, espacios y usos comunes. En los tres subsuelos se ubican cocheras y servicios comunes.

Para generar distintas condiciones espaciales interiores y exteriores, los arquitectos exploraron las potencialidades que la geometría triangular del terreno puede otorgar a un edificio de viviendas.

El análisis tuvo como premisa incorporar distintos recorridos, situaciones y detalles propios de la arquitectura de las casas unifamiliares en los espacios comunes de convivencia de un edificio de grandes dimensiones. La composición de los espacios y las proporciones generadas entre llenos y vacíos completaron el discurso arquitectónico.

 

 

Las envolventes de las dos fachadas principales tuvieron en cuenta las situaciones urbanas planteadas en ambas avenidas.

Así, hacia la avenida Dorrego se proyectaron balcones salientes y una organización lineal de las tipologías en esa dirección con visuales al verde y al contorno de una ciudad más abierta. En cambio, hacia Santa Fe, aparece una fachada más densa, generada por la transformación de la pieza contenedora, que se torna más maciza a partir del diseño de la trama de la envolvente. De este modo, las unidades expuestas al alto tránsito se resguardan de esa situación de borde con espacios más íntimos y menos expuestos.

Se ingresa peatonalmente sobre un hall situado sobre Santa Fe, vinculado también a la rampa vehicular, unificando los ingresos en el perímetro de la planta baja. El resto se reserva para el desarrollo de locales comerciales que se integran al entorno urbano del barrio.

La planta baja se despega de la geometría, recortándose en un basamento con un «fuelle» de separación en el primer piso. Luego se resuelve el cuerpo del edificio que contiene las unidades, donde se desarrolla una cinta que se transforma y sube en los lados cortos del volumen, a modo de pantalla, tomando otra densidad para resolver la planta y su vinculación con el entorno.

 

 

En el remate, los espacios interiores y exteriores se resuelven con una integración permeable, con sistemas de carpinterías que desdibujan los límites. De este modo se consiguen amplias visuales y se explota el privilegio de la altura sobre un entorno que se reordena con la diagonal generada por la trama urbana.

En la primera planta de amenities se desarrollan sectores cubiertos con espacios con aristas agudas y dirigidas, suavizadas con la incorporación de algunas curvas, que definen y caracterizan la espacialidad de estos locales destinados al disfrute común.

En este nivel se despliega sobre el exterior una pérgola de hormigón que refuerza la velocidad y la fuerza de la diagonal protagonista del volumen.

A los amenities del remate se agrega una segunda terraza, a la que se accede por un patio descubierto con una escalera exterior, que dirige la circulación a una cubierta verde con una piscina con vista panorámica a 360°. De este modo, el espacio del rooftop se recorta en diferentes niveles e incorpora el paisaje urbano como escenario.

 

Graciela Baduel
ARQ Clarín