El volumen y las características morfológicas fueron puntos centrales en la resolución de la obra.
Los gálibos, retiros y demás características municipales, lejos de crear una problemática, tenían que manifestarse en un remate que iba a poder ser visto desde larga distancia.
El remate y su relación con la ciudad, se convierte en la parte emblemática del emprendimiento.
El volumen vidriado, se vuelve de día en una masa densa y opaca, y por la noche se transforma en una fuente luz.